No utilice estos métodos para romper su guante
Hay varios métodos que nunca debe utilizar para romper su guante nuevo. Algunos de ellos no son tan eficaces como las técnicas mencionadas anteriormente, y lo que es peor, pueden hacer más daño que bien. Estos son algunos de los métodos que debería evitar cuando estrene un guante de béisbol…
No utilice vapor
Muchas otras empresas recomiendan vaporizar los guantes de béisbol de cuero. Nosotros definitivamente no lo hacemos. Al igual que con cualquier cuero de alta calidad, la aplicación de calor y agua en él hará que el cuero se rompa. Aunque la vaporización puede parecer un atajo rápido y fácil para domar un guante, acortará la vida útil del cuero y secará gravemente los cordones.
No utilice el horno o el microondas
Algunas personas juran calentar un guante de béisbol en el horno o el microondas para ayudar a ablandar el cuero, pero esto puede causar un daño irreversible. Esto reseca el guante, potencialmente hasta el punto de que los cordones se rompen o el guante en general disminuye de tamaño.
No pase el guante por encima
Otros afirman que conducir su vehículo sobre un guante nuevo ayudará a crear el bolsillo y ablandar el cuero. Sin embargo, usted acaba de hacer una inversión en un guante de calidad, y pasarle por encima no va a ayudar a su guante a mantener esa forma. Hay una buena probabilidad de que lo ensucie y el cuero se rompa.
No lo deje en su coche
La premisa detrás de dejar un guante de balón en su coche es la misma que la de calentarlo en un microondas o en un horno – porque los coches pueden calentarse tanto, que pueden realizar el mismo trabajo que uno de estos aparatos. Sin embargo, también puede secar el guante y hacer que los cordones sean tan frágiles que se rompan. Por la misma razón, debe evitar guardar los guantes en el coche.
Conclusión
Cada guante es tan único como la persona que lo lleva, y un método puede funcionar mejor para usted que otro. Algunos guantes requieren más tiempo antes de que se acostumbren. Haz lo que mejor te funcione y prioriza siempre la longevidad de tu guante a la hora de domarlo.