Cómo quedarse embarazada de un vistazo

• Las parejas pueden maximizar sus posibilidades de quedarse embarazadas sin tratamientos de infertilidad conociendo cómo quedarse embarazada y asegurándose de que están manteniendo relaciones sexuales de la forma más productiva o haciendo cambios en sus hábitos de vida que pueden impedir su fertilidad.
• La dificultad para quedarse embarazada puede ser frustrante, pero no siempre es un indicio de infertilidad ni tampoco una señal de que una pareja o individuo necesite consultar a un especialista en fertilidad.
• Las parejas deben intentar primero todo lo que puedan hacer para mejorar sus perspectivas de concepción natural a través de su fertilidad normal, definida como la consecución de un embarazo dentro de los 12 meses siguientes a las relaciones sexuales sin protección.

Cuándo consultar a un especialista en fertilidad

Cómo pueden las parejas aumentar sus posibilidades de quedarse embarazadas

Alrededor del 85 por ciento de las parejas de entre 20 y 30 años se quedan embarazadas a los 12 meses de intentarlo. Así que para muchas parejas, la concepción está al alcance de la mano. Sin embargo, otras parejas pueden beneficiarse de hablar con un médico sobre las formas de mejorar sus posibilidades de quedarse embarazadas.

Visita a un médico de atención primaria u obstetra/ginecólogo

El mejor lugar para iniciar el camino hacia la paternidad es la consulta de su médico habitual. Una revisión rutinaria tanto del hombre como de la mujer puede ayudar a determinar posibles problemas de salud que podrían impedir o complicar un embarazo, así como proponer posibles cambios en el estilo de vida que aumenten las probabilidades de la pareja. Las mujeres deben visitar a su ginecólogo/obstetra antes de intentar concebir para determinar el estado de su salud reproductiva y para hablar de cualquier antecedente familiar de infertilidad o de cualquier preocupación sobre otras condiciones de salud que puedan causar una posible infertilidad.

Deje de utilizar los métodos anticonceptivos con suficiente antelación

Una visita previa a la concepción con un ginecólogo/obstetra también es una oportunidad para hablar del calendario para dejar de utilizar los métodos anticonceptivos. Ciertos métodos anticonceptivos hormonales, como las inyecciones de Depo-Provera o las píldoras anticonceptivas orales, pueden afectar a los niveles hormonales y dificultar la consecución del embarazo durante algún tiempo después de la interrupción de su uso.

Se calcula que la pareja media puede tardar hasta 18 meses en conseguir el embarazo tras la interrupción de Depo-Provera y una media de 4 a 6 meses tras la interrupción de las píldoras anticonceptivas orales. Una mejor comprensión de lo que significan las prácticas anticonceptivas anteriores para la concepción puede ser útil para las parejas cuando se esfuerzan por formar sus familias.

Investigar las mejores prácticas sexuales &descartar los mitos

Hay pocas pruebas de que ciertas posiciones sexuales, tener el coito a cierta hora del día o mantener ciertas posiciones después del coito mejoren la probabilidad de quedarse embarazada. Las investigaciones no apoyan la creencia de que mantener relaciones sexuales más de cada 2 o 3 días ayude a mejorar las posibilidades de embarazo (pero tampoco hace daño). Además, el clímax de la mujer puede ayudar a transportar los espermatozoides, pero hay pocas pruebas que demuestren que el clímax sexual mejore las posibilidades de embarazo.

A pesar del rumor de que los lubricantes pueden ayudar a que los espermatozoides lleguen al óvulo, algunos lubricantes como K-Y Jelly y algunos tipos de Astroglide pueden afectar a la supervivencia y movilidad de los espermatozoides. De hecho, algunos lubricantes son espermicidas o están destinados a matar a los espermatozoides. Para las parejas que prefieren utilizar un lubricante, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) recomienda utilizar aceites minerales o de canola o lubricantes a base de hidroxietilcelulosa, ya que no tienen el mismo efecto sobre los espermatozoides.

Comprender la ovulación &concepción

Aumentar la frecuencia de las relaciones sexuales, abandonar los métodos anticonceptivos y eliminar los lubricantes potencialmente dañinos son útiles, pero comprender el ciclo menstrual de la mujer y su ovulación puede ser fundamental para lograr el embarazo. Las parejas pueden maximizar sus posibilidades de quedarse embarazadas aumentando la frecuencia de sus relaciones sexuales a un día sí y otro no o cada tres días alrededor de la ovulación.

Primero es útil unir las piezas del rompecabezas de cómo quedarse embarazada.

• Para quedarse embarazada, los ovarios de la mujer deben liberar un óvulo que debe viajar hasta una de las dos trompas de Falopio donde puede ser fecundado por el esperma del hombre.
• El esperma debe presentarse en las trompas de Falopio de la mujer entrando a través de la vagina durante el coito en el momento adecuado.
• El óvulo fecundado, o embrión, viaja entonces al útero donde se implanta en el revestimiento uterino y se convierte en un feto.

La duración del ciclo menstrual varía por una serie de razones, pero generalmente oscila entre 21 y 35 días. El ciclo medio es de 28 días. La ovulación, o la liberación del óvulo de los ovarios, suele producirse unas dos semanas antes del comienzo del período menstrual. Para una mujer con un ciclo típico de 28 días, la ovulación se produciría entre los días 13 y 15.

El óvulo sólo es viable entre 12 y 24 horas después de salir del ovario, y el esperma masculino suele ser viable hasta cinco días después de la eyaculación. En teoría, mantener relaciones sexuales sin protección el día de la ovulación, o hasta dos días antes, aumenta la probabilidad de embarazo. Pueden producirse embarazos si las relaciones sexuales se producen hasta cinco días antes de la ovulación. Por ello, aumentar la frecuencia de las relaciones sexuales a un día sí y un día no antes y durante la «ventana fértil» (el período de 6 días que finaliza el día en que se cree que se ha liberado el óvulo) puede ayudar a mejorar la probabilidad de concepción.

Métodos de seguimiento de la ovulación

Aunque esta ventana de fertilidad natural es óptima durante ciertos días del ciclo menstrual femenino, la ovulación suele ser difícil de seguir con precisión. Según un estudio de la ASRM y la Sociedad de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad (SREI), los métodos de seguimiento de la ovulación pueden predecir con precisión cuándo se produce la ovulación, pero hay pocas pruebas de que el seguimiento de la ovulación durante el ciclo menstrual aumente las posibilidades de conseguir un embarazo. Las mujeres que realizan un seguimiento de sus ciclos mediante la observación de varios factores predicen con exactitud su ovulación alrededor del 50 por ciento de las veces.

El seguimiento de la ovulación es bastante difícil porque los ciclos menstruales varían en duración, y los ciclos menstruales irregulares no son infrecuentes en las mujeres. Aunque el 25 por ciento de los casos de infertilidad están relacionados con trastornos ovulatorios, los ciclos irregulares no siempre son un indicio de infertilidad. Una evaluación médica puede determinar si las menstruaciones irregulares están realmente dentro del rango normal o son el resultado de una condición subyacente.

Cuando se utilizan correctamente, los métodos de seguimiento de la ovulación pueden ayudar a predecir cuándo se produce la ovulación para muchas mujeres con cierta precisión. Aunque el seguimiento de la ovulación no aumenta significativamente las posibilidades de embarazo, puede ayudar a las parejas a predecir mejor cuándo se producirá la «ventana fértil» y determinar los mejores días para mantener relaciones sexuales.

Las técnicas de seguimiento de la ovulación más populares son las siguientes.

Aplicaciones para teléfonos inteligentes. Los teléfonos inteligentes pueden ayudar a los usuarios a calcular cuándo comenzará la ovulación. La mayoría de las aplicaciones estiman las fechas aproximadas de ovulación con la información que proporciona el usuario y la información sobre la duración media del ciclo. No son más precisas que contar los días en el calendario manualmente.

Seguimiento de los cambios en el moco cervical. Durante cada ciclo menstrual, las secreciones vaginales cambian de consistencia y pueden utilizarse para determinar con cierta fiabilidad en qué fase del ciclo menstrual se encuentra una mujer. Una investigación llevada a cabo por la ASRM descubrió que el seguimiento de los cambios en el moco cervical puede ser más eficaz que el seguimiento de la menstruación y la ovulación en un calendario. Sin embargo, esta práctica sigue siendo bastante limitada.

Medición de la temperatura corporal basal (TCB). La temperatura corporal basal puede aumentar después de que se haya producido la ovulación. La medición de la TCB puede determinar que ya se ha producido la ovulación, pero no puede predecir cuándo se va a producir.

Kits de análisis de la orina. Estos miden el nivel de la hormona luteinizante (LH) en la orina. Los niveles de LH en la orina aumentan entre 12 y 36 horas antes de que comience la ovulación. Cuando se utilizan correctamente, los análisis de LH pueden identificar si se está produciendo la ovulación en más del 80% de las ocasiones. Las investigaciones demuestran que, aunque son relativamente eficaces para determinar la ovulación, las pruebas de LH pueden dar falsos positivos y proporcionar resultados poco fiables si la usuaria está tomando medicamentos de inducción de la ovulación, tiene el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o ha entrado en la menopausia sin saberlo.

Aprenda más sobre el tratamiento de la infertilidad

Cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a las parejas a quedarse embarazadas

La dificultad para concebir puede ser el resultado de factores que afectan tanto a hombres como a mujeres. Esto incluye factores del estilo de vida que están bajo el control de ambos miembros de la pareja.

Las parejas deberían considerar la posibilidad de realizar algunos de los siguientes ajustes en el estilo de vida antes y durante sus esfuerzos por concebir.

Consuma una dieta sana y bien equilibrada. Una dieta sana ayuda a controlar el peso. Las investigaciones demuestran que una dieta saludable puede ayudar a mitigar la relación entre el peso y la infertilidad, ya que las mujeres obesas, con sobrepeso o con bajo peso pueden experimentar una disminución de la fertilidad. La obesidad también afecta negativamente al recuento y la calidad del esperma de los hombres.

Empiece a tomar vitaminas prenatales. Un gran número de investigaciones demuestra que las mujeres que toman vitaminas que contienen folato o suplementos de ácido fólico antes de concebir y durante el transcurso del embarazo pueden reducir el riesgo de que sus hijos nazcan con defectos de nacimiento.

Continúe haciendo ejercicio moderado. El ejercicio moderado es diferente para cada persona, en función de su nivel de fitness y de sus objetivos. El ejercicio puede ayudar a controlar el estrés, que puede interferir en la ovulación femenina, y ayudar a hombres y mujeres a controlar su peso, que puede impedir la fertilidad.

Limite el consumo de cafeína. Aunque la relación es poco clara, el consumo excesivo de cafeína (más de cuatro tazas de café al día) parece perjudicar la fertilidad femenina y puede aumentar el riesgo de aborto. No se observó una reducción de la fertilidad en las mujeres que beben menos de dos tazas al día.

Consulte los medicamentos con un médico. Ciertos medicamentos de prescripción y de venta libre pueden aumentar el riesgo de defectos de nacimiento. Hable siempre con su médico sobre los medicamentos que está tomando para revisar la seguridad de los mismos mientras intenta concebir.

No consuma productos de tabaco ni otras drogas recreativas. Los productos del tabaco, incluidos, entre otros, los cigarrillos, los puros, los cigarrillos eléctricos o los vapeadores y el tabaco de mascar, afectan negativamente a la fertilidad de las mujeres y los hombres.

No beba alcohol. Se recomienda a las mujeres que están intentando quedarse embarazadas que dejen de consumir alcohol por completo. El consumo de alcohol puede reducir el número y la calidad de los espermatozoides del hombre y contribuir a una mala salud general.

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