Mary: Me gustaría dar la bienvenida a Charles Long al estudio hoy. Charles acaba de publicar un artículo en la revista New Science sobre la memorización. Se trata de cómo hacer que nuestra memoria funcione mejor.
Charles, la época de exámenes se acerca y habrá muchos adolescentes sintonizando hoy. ¿Puedes darnos algún consejo para mejorar nuestra capacidad de memorización?
Charles: ¡Hola! Sí, por supuesto. Me gustaría empezar hablando del proceso de memorización. Es vital que entendamos el proceso si queremos hacer ajustes en nuestra forma de funcionar. Todos utilizamos la memoria de la misma manera. No importa si eres un estudiante repasando para los exámenes finales o un adulto de pie en el pasillo de un supermercado, tratando de recordar un artículo en particular de una lista de comestibles.
Mary: ¡Ja, ja! Esa soy yo. Siempre me olvido de coger mi lista.
Charles: Tú y miles de personas también, Mary. Aprendemos a utilizar la memoria cuando todavía estamos en la guardería. Los niños pequeños son naturalmente muy buenos para recordar las cosas. Los consejos que voy a compartir hoy se basan en las cosas que hacíamos para ayudarnos a recordar cuando éramos niños. El proceso de memorización se produce de dos formas distintas. ¿Sabes cuáles son?
Mary: ¿Son «memoria a largo plazo» y «memoria a corto plazo»?
Charles: ¡Eso es! Pero no son conceptos completamente separados. Utilizamos una combinación de ambos tipos de memoria cuando queremos formular nuestros pensamientos y recordar información, tanto si intentamos recordar algo de hace una década como si lo hacemos una hora antes.
Mary: Así que, ¿qué consejos tienes para mejorar la calidad de nuestra memoria?
Charles: Correcto. Empecemos con la «asociación».
Mary: ¿Asociación?
Charles: Sí. Podemos utilizar la asociación de palabras para recordar una idea o un concepto. Esto significa elegir una palabra o frase que asocies con lo que estás tratando de recordar. La palabra tiene que ser algo familiar, con lo que estés en contacto a diario. Así, por ejemplo, puedes utilizar el nombre de tu perro para recordar una ecuación científica. Inténtalo. Lee la ecuación unas cuantas veces y luego di el nombre de tu perro una y otra vez. Más tarde, en tu examen de ciencias, sólo tienes que recordar el nombre y toda la ecuación debería volver a ti.
Mary: ¡Suena demasiado bien para ser verdad! ¿Qué más, Charles?
Charles: La visualización es otro truco que podemos utilizar. Tienes que visualizar una imagen que esté relacionada con lo que necesitas recordar. Por ejemplo, si quieres recordar la fecha de la caída del Muro de Berlín, puedes visualizar una imagen de un muro con la fecha escrita en un grafiti. La imagen del muro se convierte en una parte importante de lo que recordarás. Puedes utilizar varias imágenes seguidas para recordar cosas como la información de un texto o una lista de ingredientes para una receta.
Mary: Sí, eso tiene sentido.
Charles: Cantar también puede ayudar a memorizar.
Mary: ¿Cantar?
Charles: Sí. Así que en lugar de leer un texto en voz alta, lo cantas. Cantar es uno de los trucos de memoria más eficaces y tempranos que se utilizan para aprender nuevos conceptos. Yo solía ‘cantar’ listas de hechos históricos y fechas. Funciona.
Mary: ¿Y tenías que cantar en voz alta en tus exámenes de historia?
Charles: ¡En voz alta no! Pero sí solía cantar en mi cabeza. Y siempre sacaba buenas notas en historia.
Mary: ¿Algún otro consejo, Charles?
Charles: ¡Sí! He dejado el mejor para el final. Es particularmente relevante para cualquier estudiante que haya sintonizado. ‘Enséñalo’.
Mary: ¿Enseñar? ¿Enseñar «qué»?
Charles: Enseña lo que sea que quieras recordar. Así que, si estás estudiando para un examen de inglés, enseña los conceptos a otra persona. Puede ser una persona real -un amigo en un grupo de estudio es ideal- o puede ser una persona «de mentira». Puedes imaginar que alguien te está escuchando mientras le enseñas. Mejor aún, grábate a ti mismo «enseñando» y luego reproduce el vídeo para repasar más el material.
Mary: Eso parece un gran consejo… o ‘truco’.
Charles: Sí, realmente funciona porque para enseñar algo hay que entenderlo. La enseñanza refuerza la comprensión. Y aunque parezcan ‘trucos’, en realidad no lo son.
María: ¿No?
Charles: No. Son sólo formas sencillas de entrenar nuestro cerebro para que sea más eficaz. Si nos acostumbramos a utilizar la asociación de palabras, la visualización, el canto y la enseñanza, nuestro cerebro se desarrolla y trabaja mejor para nosotros. Y, por supuesto, eso repercute en nuestra memoria y en nuestra capacidad para recordar todo tipo de datos.
Mary: Gracias, Charles. Ahora, creo que tenemos tiempo para un par de preguntas de nuestros oyentes.