Enamorarse (en este caso de una persona, no de un lugar) puede ser uno de los muchos e increíbles efectos secundarios de viajar y estudiar en el extranjero. Pero al volver, no dejar que la distancia física se convierta en emocional puede ser un reto. Claro, no tienes que afeitarte las piernas todos los días o limpiar tu apartamento todo el tiempo, pero se necesita determinación, optimismo y esfuerzo para convertir la larga distancia temporal en una historia de amor permanente a largo plazo.
Sin embargo, nada es imposible, y estos consejos deberían ayudar a que vuestro romance florezca, sin importar los kilómetros que os separen. (Tómelo de un profesional de la larga distancia – un poco de esfuerzo realmente recorre un largo camino.)
- Encuentre el mejor momento para comunicarse (regularmente)
- Encuentra los mejores canales para estar en contacto
- Sé creativo
- No evites las peleas
- Háblalo
- Ve el vaso medio lleno
- Hacer cosas aburridas juntos
- Saber cuándo volveréis a veros
- Haced cosas juntos
- Tenga un recuerdo
- Conoce a la gente y visita los lugares
Encuentre el mejor momento para comunicarse (regularmente)
Aunque los mensajes de texto y el correo electrónico funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana, a veces sólo necesita hablar y obtener una respuesta inmediata. Dependiendo de la distancia, puede llevar algo de tiempo encontrar los mejores momentos para charlar, pero la práctica hace la perfección y los mensajes de voz divertidos pueden compensar las conexiones perdidas y el mal momento. Y no, no importa si sólo podéis llamar los domingos por la mañana: dedicaros ese tiempo el uno al otro es la clave.
Encuentra los mejores canales para estar en contacto
Una vez que hayas averiguado el momento, también es importante encontrar los canales perfectos. Por suerte, nunca ha sido tan fácil ni tan barato estar en contacto con el mundo: Una conexión Wi-Fi suele ser todo lo que necesitas para Skype, chatear y enviar mensajes de texto. Asegúrate de que tu principal herramienta de comunicación sea fácilmente accesible para ambos, y no olvides que una mezcla de diferentes canales hará que la comunicación sea mucho más emocionante.
Sé creativo
Graba un mensaje de audio durante la noche, escribe una carta, envía una postal o prepara un paquete de cuidados o una cinta mixta. Usa tu imaginación y encuentra formas nuevas y sorprendentes de hacer saber a la otra persona que piensas en ella. Esto no significa que tengas que vaciar tu cuenta bancaria: En lugar de contratar un avión para escribir poemas en el cielo, ¿por qué no esconder post-its con notas bonitas durante vuestra próxima visita?
No evites las peleas
Si sólo os veis cada pocas semanas o meses, e incluso puede que habléis un idioma diferente, es fácil ignorar los problemas o las preocupaciones. Nadie quiere pasar tiempo discutiendo cuando sólo tenéis 48 horas juntos, pero evitar las peleas y mantenerse al margen de las discusiones puede ser perjudicial a largo plazo. Cuanto más habléis de las cosas que os molestan antes de que se conviertan en grandes obstáculos en vuestra relación, mejor. Sin embargo, no os peleéis a través de los mensajes de texto o del correo electrónico (se lee demasiado entre líneas), sino que intentad hablarlo en persona o por teléfono en cuanto surja. Dicho esto…
Háblalo
Intenta siempre ser abierto y sincero con tus sentimientos. No saber dónde está la otra persona en este momento o con quién pasó la noche del sábado puede llevar a pensar demasiado y a un pánico innecesario. El hecho de que las redes sociales faciliten ver (o imaginar) lo bien que se lo pasó alguien, no lo hace más fácil. Es importante confiar el uno en el otro lo suficiente como para compartir vuestros pensamientos y sentimientos y encontrar formas de hacer frente a los celos, la ansiedad o las dudas juntos.
Ve el vaso medio lleno
El hecho de que básicamente vivirás tu vida habitual mientras estás en una relación a distancia puede ser tanto una bendición como una maldición: Puedes sentir que te pierdes algo porque es más difícil hacer «cosas normales de pareja», como ir a buscar al otro al trabajo o comer juntos. Sin embargo, también puede ser una gran ventaja poder hacer lo vuestro: si estáis estudiando o trabajando muchas horas, no tendréis que decepcionar a vuestra pareja y cancelar los planes de cena o las noches de cine, por ejemplo.
Hacer cosas aburridas juntos
Cuando sólo os veis unas pocas veces al año, todo parece unas vacaciones. Diablos, probablemente sean unas vacaciones porque te tomarás un tiempo libre en el trabajo o en la escuela. No hay nada malo en tomárselo con calma y dormir hasta tarde, almorzar y hacer turismo, pero también es importante incluir algunas actividades aburridas, ya sabes, cosas cotidianas como doblar la ropa, hacer recados o cortar el césped. Tratar de hacer que las actividades mundanas sean divertidas y emocionantes juntos es una verdadera prueba de cualquier relación, ¿no?
Saber cuándo volveréis a veros
Dependiendo del tiempo y el dinero que os lleve quedar, puede ser toda una operación veros. El no saber cuándo se volverá a producir sólo estropea tus sentimientos y tu plan de vida en general. Así que lo mejor es que intentéis fijar una nueva fecha lo antes posible tras vuestro regreso a casa. De este modo, ambos podréis planificar con antelación y aprovechar las entradas anticipadas y las promociones especiales, además de tener algo que esperar. (Las visitas sorpresa espontáneas también son increíbles, por supuesto, así que añádelas a la mezcla si puedes.)
Haced cosas juntos
Los tiempos desesperados requieren formas creativas de pasar tiempo con el otro: Aunque no estéis en el mismo lugar y a la misma hora, podéis hacer cosas juntos: Gracias a las funciones de videollamada. Hoy en día, no hay excusas para no compartir el tiempo de pantalla y cocinar, comer, ir de compras o pasear juntos a través del videochat. No olvides que también puedes ver la misma película mientras hablas o chateas con el otro.
Tenga un recuerdo
A veces, ninguna llamada o texto compensará el hecho de que la otra persona no esté. Lo que puede ayudar es llevar su camiseta favorita o beber de su taza preferida. Los recuerdos pueden ser cursis, pero pueden servir de ayuda. Una muestra de su perfume favorito o de su detergente para la ropa puede hacer que los husos horarios desaparezcan por un momento: no tengas reparos en seguir ese camino si necesitas desesperadamente un poco de cercanía con tu pareja.
Conoce a la gente y visita los lugares
Cuanto más habléis y os conozcáis, más mencionaréis los lugares o las personas que la otra persona podría no conocer. Siempre que haya ocasión, preséntese el uno al otro -con una foto o una presentación en la vida real- a los lugares que más frecuenta y a las personas con las que sale o menciona más a menudo. De este modo, las conversaciones cotidianas cobran mucho más sentido y tendrás más sensación de formar parte de la vida del otro, a pesar de la distancia.