¡No es fácil establecer límites con personas tóxicas! Pero todos podemos aprender a establecer límites con las personas tóxicas – y cuando lo hacemos, es empoderante.
Los límites son una forma de cuidar de nosotros mismos. Cuando establecemos límites, estamos menos enfadados y resentidos porque nuestras necesidades están siendo satisfechas. Los límites dejan claras nuestras expectativas, para que los demás sepan qué esperar de nosotros y cómo queremos que nos traten. Los límites son la base de unas relaciones felices y saludables.
En realidad, la gente respetará nuestros límites cuando los comuniquemos claramente. Pero todos sabemos que algunas personas harán todo lo posible para resistir nuestros esfuerzos por establecer límites; discutirán, culparán, ignorarán, manipularán, amenazarán o nos harán daño físicamente. Y aunque no podemos evitar que las personas actúen así, sí podemos aprender a establecer límites claros y cuidarnos.
Cómo establecer límites con las personas tóxicas
Hay tres partes para establecer límites.
- Identifica tus límites. Tenga claro lo que necesita antes de intentar comunicar o hacer cumplir el límite.
- Comunique sus límites o expectativas con claridad, calma y coherencia. Limítese a los hechos sin dar demasiadas explicaciones, culpar o ponerse a la defensiva. Por ejemplo, es más eficaz decir «Voy a llamar a un taxi. No voy a subirme al coche contigo cuando has bebido», que perder los nervios y decir «¡No puedo creer que vayas a conducir a casa después de haber estado bebiendo toda la noche! Cada vez que salimos, es lo mismo. No voy a soportarlo más!»
- Si no se respetan tus límites, evalúa tus opciones y toma medidas.
Este artículo se centrará en el tercer paso: qué podemos hacer cuando no se respetan nuestros límites.
¿Quiénes son las personas tóxicas?
Las personas tóxicas son aquellas que rezuman energía negativa y nos hacen sentir peor cada vez que estamos cerca de ellas. Creo firmemente que tu instinto te dirá si alguien es tóxico y no es saludable estar cerca de él, pero si quieres un poco más de orientación, a continuación se presentan algunas de las características de las personas tóxicas.
Personas tóxicas:
- Mienten de forma habitual
- Se aprovechan de tu amabilidad
- No respetan tus límites
- Te manipulan para conseguir lo que quieren
- Te menosprecian
- No te animan a perseguir tus objetivos
- No tienen en cuenta los sentimientos o las necesidades de los demás
- Se sienten con derecho
- Se enfadan o son agresivos con frecuencia
- Raramente se disculpan
- Culpan a los demás y no asumen la responsabilidad de sus actos
- Descargan tu energía
- Tienen mucho «drama» o problemas, pero no quieren cambiar
- Creen que las reglas no se aplican a ellos
- Hablan, pero no escuchan
¿Y si alguien no respeta tus límites?
Establecer límites es un proceso continuo y no hay una solución rápida para tratar con los que violan los límites. La conclusión es que no podemos hacer que la gente respete nuestros límites, pero podemos controlar cómo respondemos. Las siguientes ideas pueden ayudarle a elegir el mejor enfoque para tratar con los infractores crónicos de los límites.
Decida si este límite es negociable. Algunos límites son más importantes que otros. Identificar lo que está dispuesto a aceptar y lo que considera intolerable o no negociable le ayudará a decidir si está dispuesto a transigir. El compromiso puede ser algo bueno si ambas personas se adaptan. Sin embargo, el verdadero compromiso no consiste en abandonar tus necesidades para complacer a otra persona ni en aceptar un trato que consideras que rompe el acuerdo. Si alguien viola repetidamente tus límites más importantes, tienes que preguntarte cuánto tiempo estás dispuesto a aceptar ese trato. He visto a personas aceptar la falta de respeto y el abuso durante años y años, con la esperanza de que una persona tóxica cambie, sólo para mirar hacia atrás y ver que esta persona no tenía ninguna intención de cambiar o respetar los límites.
Escribe lo que está sucediendo. Registre las violaciones de los límites y sus respuestas. Esto le ayudará a comprobar si hay puntos débiles en sus límites. Es difícil establecer repetidamente el mismo límite con alguien que no está escuchando y a menudo empezamos a desistir y somos inconsistentes con nuestros límites. Si te das cuenta de que no estás estableciendo límites saludables de forma consistente, haz ajustes. Y si estás siendo consistente, escribir las cosas puede ayudarte a tener claridad sobre lo que estás dispuesto a aceptar y cómo te sientes al respecto.
Acepta que algunas personas no respetarán tus límites hagas lo que hagas. Esta es una verdad difícil de aceptar porque nos gustaría poder convencer a la gente de que respete nuestros límites. Sé que es decepcionante darse cuenta de que tienes que decidir si quieres seguir teniendo una relación con esa persona. Pero no puedes cambiar el comportamiento de otra persona. Puedes elegir aceptarlo o puedes elegir desvincularte.
Practica el desapego amoroso. El desprendimiento es un cambio para dejar de intentar controlar a las personas y las situaciones. Cuando estás en un estado de miedo, es comprensible que quieras controlar las cosas para protegerte. Pero intentar controlar a otras personas nunca funciona. Cuando nos desapegamos, dejamos de intentar cambiar a los demás y de forzar el resultado que queremos. Puedes desprenderte de una persona narcisista o tóxica:
- Abandonando físicamente una situación peligrosa o incómoda.
- Respondiendo de una manera diferente. Por ejemplo, en lugar de tomarnos algo como algo personal o gritar, podemos encogernos de hombros ante un comentario grosero o hacer una broma al respecto. Esto cambia la dinámica de la interacción.
- Rechazar las invitaciones para pasar tiempo con ellos.
- Dejar que tomen sus propias decisiones y que afronten las consecuencias de las mismas.
- No dar consejos no solicitados.
- Elegir no participar en las mismas discusiones de siempre o quitarle espacio a una conversación o discusión improductiva.
Distanciarse no significa que no te importe esta persona, significa que estás cuidando de ti mismo y siendo realista sobre lo que puedes hacer en cada situación.
Considera limitar el contacto o no tener contacto. A veces la única manera de protegerte es dejar de relacionarte con personas tóxicas que no te respetan. El contacto limitado o el no-contacto no tiene la intención de castigar o manipular a los demás, es una forma de autocuidado. Si alguien te está haciendo daño física o emocionalmente, te debes a ti mismo poner distancia entre esa persona y tú. A pesar de lo que digan los demás, no tienes por qué tener una relación con los miembros de tu familia o con cualquiera que te haga sentir mal contigo mismo. La familia y los amigos deben levantarte y apoyarte, no dejarte deprimido, ansioso, enfadado o confundido.
Tienes opciones
Una de las cosas buenas de ser adulto es que tienes opciones. No tienes que seguir siendo amigo de alguien que se aprovecha de tu bondad o trabajar para alguien que te critica y menosprecia sin parar, o seguir en una relación romántica con alguien que te da gas.
Todos tenemos opciones — a veces no nos gusta especialmente ninguna de ellas, pero es importante saber que las tenemos. No estamos atrapados ni somos impotentes.
Decidir terminar con las relaciones (incluso las abusivas) es doloroso. Y por razones prácticas, es posible que no puedas terminar una relación tóxica en este mismo momento. Pero puedes buscar un nuevo trabajo o quedarte con un amigo o en un centro de acogida para liberarte finalmente de una persona que te hace daño física y/o emocionalmente.
Si somos sinceros, a veces no estamos preparados para no tener contacto o terminar una relación aunque en el fondo sepamos que no es saludable continuar. Si este es el caso, puedes 1) Identificar tus opciones (como separarte física y emocionalmente, limitar el contacto, evitar estar a solas con la persona, practicar el autocuidado); 2) Elegir la mejor opción (ninguna puede ser la ideal); 3) Respetarte a ti mismo; 4) Y confiar en tus instintos.
Desgraciadamente, no hay una respuesta fácil. A veces los demás se enfadarán o se sentirán ofendidos por tus decisiones, aunque no estés poniendo límites para ser malo o difícil, y a veces no puedes seguir teniendo a esas personas en tu vida. Los límites son una forma de protegerte del daño y de mantener tu autonomía e individualidad. Estos son regalos que no tienen precio y que mereces darte a ti mismo.