Cómo comer a una mujer como un profesional (evitar los grandes errores)

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Amigos. Los días de la austeridad han pasado. Esta es la era de la liberación. La mujer moderna de hoy no tiene miedo de explorar sus deseos sexuales. No tiene miedo de dejar que se la coman en la primera cita. Y si tienes suerte, incluso se atreve a exigir lo que quiere. Aprender a comerse a una mujer es algo que todos los chicos deberían saber hacer.

Para la mayoría de las mujeres, esos deseos incluyen el sexo oral. Las mujeres disfrutan del postre en el centro tanto como los chicos. De hecho, la ciencia descubrió que las mujeres son más propensas al orgasmo si reciben sexo oral. Aprender a comerse a una mujer es una habilidad poderosa, y una herramienta esencial para conquistar a una mujer mayor y más experimentada.

Desgraciadamente, no es una habilidad con la que se nace o se enseña en la escuela. La mayoría de los chicos se lanzan sin saber qué hacer. La frustración sucede, a veces las relaciones terminan.

Pero tú estás aquí para evitar todo eso. Vas a aprender a lamer como los mejores. Aprenderás qué hacer para dejar a tu pareja rogando por más. Sin traumas, sin confusiones; sólo felicidad y reconocimiento de tu destreza a nivel de experto.

Cómo comerse a una mujer como un profesional

Aprender a comerse a una mujer es un proceso de dos pasos. Dar un sexo oral increíble es el cincuenta por ciento de lo que debes hacer, y el cincuenta por ciento de lo que no debes hacer.

Por supuesto, tendrás que encontrar a una mujer, acercarte a ella y conseguir que se sienta atraída por ti. Si eso suena desalentador, asegúrate de consultar el excelente curso en vídeo sobre cómo salir con mujeres con un éxito masivo.

Si ya tienes eso resuelto, volvamos a la clase de salud del instituto por un minuto. Es un repaso de anatomía para que conozcas los términos

Conociendo la vulva

Necesitas intimar con la vulva, para poder orientarte. Un error común que comete la gente (tanto los novatos como los profesionales) es llamar a la vulva «vagina». El órgano genital de una mujer, o vagina, es su vulva. La vagina es sólo una parte de ella.

Aprenderás esto y más si te familiarizas con la exquisita vulva. Vamos a desglosar las partes que componen la vulva.

Labios exteriores

Los labios exteriores son los pliegues de piel (a menudo denominados «labios») que cubren toda o parte de la vulva. Suelen tener vello púbico, a menos que la mujer se depile o se afeite. Los labios exteriores no tienen muchas terminaciones nerviosas, por lo que no son tan sensibles como otras partes de la vulva. Dicho esto, algunas mujeres obtienen placer al lamérselos o mordisquearlos.

Labios internos

Los labios internos son los pliegues carnosos y desnudos de la piel («labios») dentro de los labios externos. Tienen más terminaciones nerviosas, por lo que son más sensibles al tacto. Algunas mujeres pueden sentir placer sexual cuando se hacen cosas como lamerlos, mordisquearlos o chuparlos.

Vagina

La vagina es el canal que conecta las partes externas de la vulva con el cuello uterino (interno). Es donde el hombre introduce su pene y el punto de acceso al Punto G. La abertura vaginal se encuentra cerca de la parte inferior de la vulva, por encima del lugar donde se conectan los labios internos. Durante la excitación, las paredes de la vagina segregan lubricación, haciéndola húmeda.

Clítoris

El clítoris es la pequeña bola que sobresale en la parte superior de la vulva, debajo del lugar donde se unen los labios internos. Es la parte de la vulva que equivale a la cabeza del pene. El clítoris tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas, por lo que es muy sensible (de hecho, es la parte más sensible del cuerpo de la mujer). El 73% de las mujeres dicen que el clítoris es la mejor forma de llegar al orgasmo. Lamerlo, chuparlo o acariciarlo con la lengua puede llevarla al orgasmo en un abrir y cerrar de ojos.

Capuchón del clítoris

El capuchón del clítoris es el pliegue de piel que lo abraza. A veces cubre parcialmente el clítoris, del mismo modo que el prepucio cubre la cabeza del pene. Protege el clítoris de una estimulación excesiva en caso de contacto directo.

Cómo comerse a una mujer en 3 sencillos pasos

Fase I – Hacer los preparativos

Como la mayoría de las cosas grandes, dar un sexo oral demoledor requiere previsión. No hay que lanzarse directamente. Los pasos preparatorios harán que sea más sexy y cómodo para todos.

1) Habla sobre la protección

Puedes intercambiar ITS a través del sexo oral. El herpes genital, la gonorrea, la clamidia, la hepatitis y el VIH son ITS comunes que las personas pueden contraer a través del sexo oral.

Puedes protegerte con un dique dental. Si sólo tienes un preservativo, no te preocupes; también puedes hacer un dique dental con él.

2) Sigue una higiene básica

La vulva de una mujer es delicada, y la barba incipiente puede sentirse como papel de lija. Imagina que tu barba incipiente la roza. Considera la posibilidad de afeitarte la cara antes de sumergirte en el manguito. Su vulva también es sensible a las bacterias. Si vas a usar los dedos, asegúrate de lavarte las manos y cortarte las uñas. Lo último que necesita es a Freddy Krueger rebanando su tarro de miel.

3) Comunícate

Asegúrate de que se sienta cómoda y segura. Por desgracia, muchas mujeres tienen problemas de imagen corporal cuando se trata de sus vulvas. Todos esos años escuchando chistes sobre cortinas de carne de pescado pueden afectar a la autoestima de una mujer. Antes de empezar, hazle saber lo sexy que es y lo mucho que te gusta su vulva. Habla de las expectativas. Te la comes porque quieres, no porque esperes que te devuelva el favor, o porque sea un juego previo. Se trata de ti, y de cómo quieres explorar su hermosa y sexy belleza sureña.

Ella está compartiendo una parte vulnerable de sí misma contigo. Eso es algo que hay que apreciar y celebrar.

Pregúntale lo que le gusta. La mejor manera de saber cómo provocar un orgasmo es preguntar. Puede que ella no sepa la respuesta, pero has abierto una línea de diálogo. Puede que se sienta más cómoda comunicándose contigo mientras te la comes. También obtienes la ventaja crítica de obtener su consentimiento verbal.

4) Ponte cómodo

Las mujeres tardan un poco más en llegar al orgasmo (a veces 20 minutos o más), así que puedes estar ahí abajo un rato. Asegúrate de que ambos estéis en posiciones cómodas para evitar calambres. Quieres que ella esté relajada, para que tengas mejor acceso a sus puntos dulces. Apoyar una almohada bajo su espalda puede ser útil. Colócate en un ángulo de 45 grados con respecto a su vulva, en lugar de hacerlo justo encima de ella. No estás tratando de asfixiarte.

5) Acompaña tu respiración

No importa lo bueno que seas, si tienes que hacer largas pausas para recuperar el aliento, no vas a conseguir que se corra. Aprende a controlar tu respiración.

Aunque no es un consejo perfecto en general, el programa «Key and Peele» hace un gran comentario: «¡Planifica tu respiración como si estuvieras nadando!»

Fase II – Pasos para el éxito

La mitad de aprender a comerse a una mujer es aprender habilidades particulares. Es más que emplear técnicas; hay algo de estrategia involucrada. Si sigues estos pasos, serás un Dios del sexo oral en poco tiempo.

1) Construir tensión

Las mujeres tienen muchas zonas erógenas que no están en la vulva. Saber lamer una vagina significa conocerlas todas. Bésala por todo el cuerpo; los muslos, el ombligo, los pezones, el cuello, los labios, las orejas, etc. Susurra en su oído o mordisquea el lóbulo de su oreja. A medida que desciendas por su cuerpo, besa su ombligo y sus muslos. Cuando llegues a su vulva, insufla aire caliente en su clítoris. La idea es provocarla; besa, lame y toca todas las partes de ella excepto la vulva.

2) Explorar

El clítoris es lo último que vas a explorar. Primero, explora todas las demás partes de su vulva. El clítoris es el punto culminante de tu exploración, porque está garantizado que la pondrá al límite. Pero primero, averigua lo que le gusta.

Una estrategia segura es empezar por los labios exteriores, avanzando hacia el interior de los labios. A partir de ahí puedes explorar la zona que rodea el orificio uretral, y la vagina. Piensa en ello como si te movieras hacia un objetivo. Puede ser útil separar suavemente los labios con los dedos. Relaja la lengua y dale a los labios lentos y largos golpes desde abajo hacia arriba. Como si estuvieras lamiendo el chocolate caliente de su cuerpo.

Mezcla tu velocidad e intensidad. Dale lametazos más cortos, o chasquidos con tu lengua. Intenta chupar y besar (ligeramente) sus labios, o mordisquearlos (con tus labios, sin morderlos). Prueba a meter la lengua en su orificio vaginal, a ver si le gusta. Si le gusta, no tengas miedo de usar uno o dos dedos.

Tómate tu tiempo, explora durante un rato.

Presta atención a sus señales. Muchas mujeres se sienten incómodas dando instrucciones. En su lugar, dan señales no verbales y esperan que tú las captes. Gemidos de placer, decir «sí» o presionar sus caderas hacia arriba. Cuando está excitada, su cuerpo se tensa. Toma nota de estas cosas para saber qué le gusta. Si está completamente pasiva, puede que no le guste lo que estás haciendo. Si no estás seguro, no pasa nada por preguntarle.

3) Entra en el clítoris

Después de explorar durante un rato, estará bastante excitada. Es el momento de centrarte en el clítoris y cosechar los frutos de tu duro trabajo.

El clítoris es sensible, así que tendrás que empezar despacio. Utilizando tu lengua, dale unos ligeros golpecitos o lamidas. Si su clítoris es demasiado sensible, lo sabrás rápidamente. Puedes subir y lamerle el capuchón del clítoris.

Si está dispuesta a tener contacto directo, sigue adelante. Prueba un poco las aguas. A muchas mujeres les gusta que la lengua les acaricie la parte inferior o superior del clítoris. Algunas prefieren los lametones de lado a lado o los círculos. Y a un gran número de mujeres les encanta que les chupen el clítoris (ligeramente). Recuerda que el clítoris es como la cabeza de un pene. A ti te gusta que te chupen el pene, y ella quiere que le chupen el clítoris. Tiene mucho sentido.

Si tu mandíbula se cansa, tómate un pequeño descanso. Pero ten cuidado. Sustituye tu lengua por un dedo mojado, y haz la pausa corta. Cuando aprendas a practicar a comerle la vagina, te acostumbrarás.

4) Mantén la consistencia para el orgasmo

Sabrás cuando ella está cerca del orgasmo. Ella empezará a respirar fuerte (o más rápido). Puede que emita sonidos, como gemidos. Puede decir cosas como «sí», «Dios mío» o «sigue haciéndolo». Su cuerpo se tensará. Puede que se agarre a las mantas o que enrosque los dedos de los pies. Sea cual sea la señal que envíe, presta atención. Porque esta es tu señal para hacer una cosa, y sólo una cosa: Sigue haciendo lo que estás haciendo.

No cambies tu técnica, ni la velocidad, ni la intensidad. Fija esa mierda. No pares hasta que estés seguro de que ella ha terminado, o hasta que te diga que pares.

Puedes acurrucarte, comer un sándwich, ir a fumar, ir a dormir, hablar de sexo oral. Hagas lo que hagas, siéntete bien con lo que has hecho. No te preocupes si esta vez no ha llegado al orgasmo. Todo lo que vale la pena requiere práctica. Y el sexo fantástico requiere comunicación.

Fase III – Errores a evitar

Una gran parte de saber cómo lamer una vagina es saber qué no hacer. Una conversación que rara vez ocurre porque, bueno, es incómoda. Pero estás de suerte. Si evitas estos grandes errores, llevas la delantera.

1) No preguntar qué le gusta

Ya sea antes, durante o después, debes pedirle su opinión. Ella sabe mejor que nadie lo que la excita. No hay nada malo en decir: «¿qué quieres que te haga?». Si no puedes reunir las palabras, al menos presta atención a su respuesta no verbal durante el acto.

2) Apresurarse

No es una carrera. Ella quiere saber que estás ahí abajo porque quieres. Si ella piensa que estás intentando acabar con ello, probablemente esa será tu última conversación íntima con su perla rosa.

3) Cambiar de técnica justo antes de que ella llegue al orgasmo

Hay que repetirlo. No cambies lo que estás haciendo si ella está cerca del orgasmo. Sigue, sigue, sigue hasta que ella atraviese las puertas del éxtasis. Por favor y gracias.

4) Hacer el alfabeto con la lengua

Ella sabe lo que estás haciendo, y no se siente bien. Se siente como si hubieras soltado una polilla en su vulva. Es incómodo y poco original. Simplemente no lo hagas.

5) Mostrar demasiado entusiasmo

La vulva es sensible. Puedes lamer demasiado fuerte si no relajas la lengua. No chupes demasiado fuerte como si te agarraras a la teta de tu madre. Puedes mordisquear demasiado fuerte si utilizas los dientes (cúbrelos con los labios). Ve más despacio y tómatelo con calma.

6) Asumir que ella es como tu ex

Cada vulva es un copo de nieve, y a cada mujer le gusta algo diferente. No asumas que a tu pareja actual le gusta lo mismo que a tu ex. Puede que tu pareja anterior fuera una flor delicada, pero tu pareja actual quiere que le metan mano. ¿Quién sabe?

7) Parecer aterrorizado o confundido

Salir con una mujer puede ser aterrador y complicado, especialmente si eres nuevo en esto. La mayoría de las mujeres lo saben. Pero ella no quiere que se lo recuerden cuando está tratando de llegar al orgasmo. Ella puede mirar hacia abajo, esperando verte disfrutando de su bolsillo. La última cosa que ella quiere ver es una mirada de horror.

8) Motorboating

Algunos chicos tirarán la cara y sacudirán la cabeza alrededor. No hagas nunca una lancha a motor en la vulva de una mujer. En ese sentido, tampoco soples en su vagina. Ella no es una grabadora.

9) No terminar lo que has empezado

Las mujeres también tienen las bolas azules. Paredes azules, judía azul, barquillo azul, tubos azules, bolas rosas, llámalo como quieras. Si lo empiezas, termínalo (o al menos inténtalo).

Cómo comérsela– Técnicas extra para probar

Aquí tienes unas cuantas técnicas que puedes probar para empezar. Aprender a practicar lamer una vagina incluye probar cosas nuevas. Construye sobre estas técnicas y, antes de que te des cuenta, te estarás comiendo a las mujeres como un profesional.

  1. Con tu lengua, forma círculos en su clítoris. Ve de lo pequeño a lo grande, o de lo grande a lo pequeño.
  2. Lámala desde el fondo de su vulva hasta su clítoris. Comienza en su vagina o en la parte inferior de sus labios internos. Luego, vuelve a bajar.
  3. Con la punta de la lengua, acaricia su clítoris. Haz movimientos cortos y rápidos en la parte inferior del clítoris. Cuanto más rápido, mejor.
  4. Con tu lengua, lame la punta de su clítoris de lado a lado. Usa movimientos ligeros y rápidos.
  5. Chupa ligeramente su clítoris. Agarra el clítoris con tus labios y chúpalo, o simplemente chupa la punta. Los movimientos lentos de succión son los mejores.

Aprender a comerse a una mujer y hacerla llegar al orgasmo

Aprender a comerse a una mujer como un profesional es más fácil de lo que crees.

Es sobre todo comunicación y pasión. Si no te gusta, ella lo sabrá. No hay nada más sexy que un tipo que quiere dar placer a una mujer, sin otra razón que la de querer hacerlo. Ese hambre llega muy lejos con las mujeres.

Sigue los pasos indicados en esta guía. Pronto serás el estándar con el que ella comparará a otros chicos por el resto de sus años.

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