A medida que avanzamos a través de nuestros 40 años en esta comunidad, nosotros en Harbor Square Gallery le damos la bienvenida. Desde el principio nos hemos esforzado por ofrecer a nuestros visitantes una experiencia memorable y, en ocasiones, transformadora, tanto por el nivel de arte que se muestra como por la sensibilidad con la que se expone, para tocar y alimentar el corazón, animar e inspirar. Fundado hace un siglo, este precioso edificio es en sí mismo una obra de arte y, sin duda, «un lugar de belleza». Cada día se nos regala la posibilidad de vivir y hacer nuestro trabajo en este espacio lleno de luz, de compartirlo, una y otra vez, otra temporada, otro año, otro verano de Maine. Estamos agradecidos.
En 1912, los responsables de este edificio y de su belleza esencial eligieron como nombre Security Trust. Evidentemente, ustedes son toda nuestra seguridad, nuestros mecenas, nuestros artistas y nuestros amigos de siempre. Ser dignos de su confianza y apoyo en estos «tiempos interesantes» es nuestra misión permanente. Quizá aprender a confiar sea inherente a hacerse merecedor de ella. Nos subiremos a esta ola de incertidumbre con un compromiso renovado con la integridad. Kahlil Gibran escribió en El Profeta: «El trabajo es el amor hecho visible». Una mujer nativa, envuelta en una tela hecha por ella misma, lleva agua dulce a casa en una jarra de barro, también hecha por ella. La belleza lleva la verdad. Tenemos sed de ambas.
Hacer el negocio de la creación y la venta de arte es nuestro yoga, para explorar ese borde vivo entre la complacencia y el esfuerzo, para confiar en el trabajo y su valía, su valor, su precio. Nuestro objetivo es hacer este negocio con franqueza y honestidad. No hay margen de descuento ni de negociación en las cifras que ves en nuestras paredes. El precio real es el que ves, el mismo para todos, viejos y nuevos amigos. Si es necesario, estaremos encantados de discutir planes de pago ampliados, plazos o cualquier otro medio que permita recoger una obra. No negociamos los precios marcados. Les agradecemos su comprensión y apoyo a esta hermosa empresa.
Están invitados a visitarla a menudo y a quedarse mucho tiempo. El Jardín Muir, que adorna nuestra azotea desde 2006, es un oasis de árboles y esculturas, un parque flotante, un lugar aparte. No dude en traer a un amigo o un libro cuando la galería esté abierta. Siéntese junto al agua que cae, bajo un árbol, al aire del mar. Que estés bien.