Tennille Murphy

42, Los Ángeles; influencer en TheTennilleLife.com

Primeras canas: 23 años

Viaje de las canas: Encontré mis primeras canas justo después de tener a mi segunda hija. Tuve emociones encontradas. Me sentí avergonzada, frustrada y no estaba preparada para aceptarlas. También soy rizada por naturaleza y acababa de llegar a un punto feliz con mis rizos. Cuando me salió un pelo blanco, lo corté. Después de dos y tres, las canas se convirtieron en algo oficial. Me teñí el pelo, pero entonces me di cuenta de que mis rizos no eran felices, así que lo dejé pasar.

Consejos para la transición: Dejo que el tiempo se encargue de ello. Al principio, tenía algo de pelo blanco delante. Después de un par de años, el blanco se extendió a mis sienes; entonces los nuevos cabellos eran blancos. Fue una progresión gradual a lo largo del tiempo: me llevó 20 años llegar a este punto.

Por qué me encanta: Definitivamente tengo un flechazo con mis rizos. Es mucho ser una chica naturalmente rizada y amar completamente tu cabello, y es otro nivel tener rizos blancos que no se correlacionan con tu edad. Pero es tan liberador que no tengo que pensarlo dos veces. Es casi como un superpoder. Mi pelo no me controla. Me gusta verme así en el espejo; me gusta celebrar un yo más sencillo y natural.

Consejo: Lo primero que siempre les digo a las mujeres es que encanecer es algo muy individual y personal. Sólo tú puedes decidir cuándo es el momento adecuado, y requiere un examen de conciencia. Una vez que te comprometes, no pasa nada si te echas atrás. Verás cómo los ojos de la gente se agrandan. O alguien dirá algo desagradable. O sus ojos se fijan en tu pelo, no en tu cara. Si no estás preparado para ese tipo de atención, es muy emotivo. Ponte a tono contigo mismo en esto. Tienes que ponerte esta pequeña armadura y saber que, al final, no va a ser perfecto de entrada. Sé paciente contigo misma, quiérete a través de ello y recuerda que sólo tú puedes definir tu belleza.

Consejo de belleza: No dejo que mi pelo dicte mi maquillaje o mi ropa. Por ejemplo, la gente me ha dicho que no pueden creer que lleve joyas de oro porque piensan que la plata va mejor con el pelo blanco. Simplemente me pongo lo que me gusta; en el momento en que lo haces es cuando tienes confianza.

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Juliana Sohn

51 años, Manhattan; fotógrafa

Primeras canas: principios de los 20

Viaje del pelo gris: Me dejé el pelo al natural cuando tenía 45 años. Llevaba años tiñéndolo y odiaba el tiempo y el gasto que suponía mantener el color. Sentía constantemente que estaba perdiendo la batalla contra la naturaleza porque siempre se me veían las raíces. Ahora no tengo que pensar nunca en el color ni en los productos químicos que añado a mi pelo, lo que se adapta perfectamente a mi estilo de vida de bajo mantenimiento.

Consejos para la transición: Es una experiencia increíblemente humilde. El marcado contraste me hizo sentir que estaba aireando todos mis trapos sucios. Me lo ponía en un moño o en una cola de caballo para ocultar la línea donde cambiaba el color. Si tuviera que hacer la transición hoy, primero me teñiría el pelo de un color divertido, como el rosa, para que cuando creciera fuera un look.

Por qué me gusta: La comodidad de saber que estoy siendo fiel a mi yo natural es una gran ventaja. Ahora mismo soy la más joven que voy a ser en mi vida, así que ¿por qué no contar mis bendiciones, hacer lo que quiero y no tener miedo de afrontar los retos?

Consejo: Una cosa que me sorprendió una vez que me volví natural es la cantidad de cumplidos que recibo, especialmente de las mujeres. Todas dicen más o menos lo mismo: lo mucho que les gustan mis canas. A ellas también les encantaría tener canas, pero trabajan en un sector tan discriminatorio por la edad que les perjudicaría en su carrera si dejaran de teñirse el pelo. Sé que vivimos en una sociedad que es muy discriminatoria, pero en lugar de seguirla, siempre animo a la gente a que desafíe las normas y deje que su color natural salga a la luz.

Consejo de belleza: Las cejas definidas son realmente importantes. Me gusta usar Glossier Boy Brow (16 $; glossier.com) y un poco de sombra de ojos dorada. Llevar ropa de color gris jaspeado me hace sentir apagada, así que me pongo colores rosas/malvas, que aportan un bonito brillo.

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Ali Thrailkill

40 años, Brooklyn; estilista

Primeras canas: 19 años

Viaje de las canas: Estaba en la universidad y me afeité la cabeza. Cuando volvió a crecer, me dije: «Aquí vamos». No me molestó. Mi madre se puso canosa muy joven, así que pensé que yo también lo haría. Con el tiempo, me convertí en peluquera y me coloreé el pelo sólo para jugar. Pero incluso como peluquera, era difícil encontrar tiempo para hacérmelo. Mis compañeros tenían que quedarse después del trabajo; se estaba convirtiendo en una molestia. Siempre he tenido el pelo corto, así que cuando mis raíces fueron lo suficientemente largas, me corté todo el color. Me gustaba mucho. Es bastante blanco, con un montón de pimienta ahí, así que el contraste es bastante chulo.

Consejos para la transición: Al principio, como mi pelo era corto, coloreé la parte superior y dejé que los lados fueran blancos para el contraste. He ayudado a algunos clientes a hacer la transición a sus canas. Soy sincera con ellos y les digo que es un proceso largo. Hago luces bajas intensas para ayudar a romper las raíces; luego hago cada vez menos hasta que puedan hacer la transición.

Consejo: Me gusta tener un corte de pelo intencional para mostrar a la gente que estoy manteniendo mi apariencia física. Entiendo totalmente la aprensión. A la gente le preocupa parecer demasiado mayor, y el sexismo en el trabajo es real, así que algunas mujeres quieren parecer más jóvenes. He comprobado que cuando las clientas -e incluso mi madre- están al natural, parecen más guapas y seguras de sí mismas.

Consejo de belleza: para evitar parecer demasiado monocromática, me maquillo con un poco de contorno, máscara de pestañas, colorete y un pintalabios rojo rosado.

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Hitha Palepu

36 años, Manhattan; empresaria

Primeras canas: 16 años

Viaje con canas: Encontré mis primeras canas cuando tenía 16 años y pasé los siguientes siete años arrancando las hebras plateadas de mi cabello cada vez que aparecían. A los 22 años, me decidí a teñirme y seguí haciéndolo durante los siguientes 13 años. Cuando cumplí los 30, iba a la peluquería cada cuatro semanas. Al principio, esas visitas me parecían un lujo, y me gustaba tomar un té y leer un libro mientras me quitaban las canas con el tinte oscuro. Eso no duró mucho, y cuando estaba embarazada de mi segundo hijo, a los 34 años, me apunté a la moda de las diademas para cubrir las crecientes canas. Durante esas noches de insomnio con mi hijo Rhaki, me metí en los agujeros de conejo de Instagram y Pinterest de la inspiración del pelo gris. Ver su aspecto potente y fresco me dio el empujón para abrazar mis canas de una vez por todas.

Consejos para la transición: Me puse una cinta anudada en la cabeza para cubrir los mechones grises que crecían en el nacimiento del pelo. Vi un artículo en una revista sobre una mujer que llevaba destellos plateados en el pelo, así que busqué a su colorista y le pedí algo parecido. Llevaba unos nueve meses con las raíces grises. Hicimos una prueba de color; me puso carbón en los mechones más largos y un tinte temporal en las raíces para que se mezclaran y crecieran muy bien.

Por qué me encanta: A pesar de la presión inicial de las mujeres indias mayores de mi familia para que me lo tiñera, el gris me hace sentir la mujer que quiero ser en lugar de aferrarme a la mujer más joven que fui. Dirijo una empresa farmacéutica y el pelo plateado me favorece; me distingue. Se trata más de sentirme fuerte y poderosa y menos de sentirme vieja o joven.

Consejo: Sabrás el momento adecuado. Seis semanas después de que naciera mi segundo hijo, los plateados crecieron y pensé: «Me gusta esto». Los pequeños destellos me hicieron feliz, y siguió haciéndome feliz. Tener un marido que se centra en mi felicidad y en cómo me gustaría pasar mi tiempo ayuda.

Consejo de belleza: Las canas me dieron la confianza necesaria para deshacerme de mucho maquillaje, incluso antes del COVID, y ahora también abrazo la ropa en tonos joya. Acabo de comprar un montón de amarillos, que habrían sido demasiado marcados con mi pelo oscuro.

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Denise Harris

51 años, Brooklyn; entrenadora personal e instructora de Pilates

Primeras canas: finales de los 20

Viaje de las canas: Comenzó con pequeñas manchas grises junto a mis sienes. No era algo que me molestara, nunca consideré teñirlo. Soy muy poco exigente con mi pelo y no quería pagar para que me lo tiñeran. El proceso fue gradual: tenía castaño natural, rojo, gris, un montón de colores; luego se volvió sal y pimienta. Ahora me encantan mis canas. De hecho, no puedo esperar a que sean totalmente grises. Me lo corto, me lo lavo y lo envuelvo por la noche, y ya está. La gente me ha preguntado: «¿Por qué no te tiñes?». Incluso fui a una audición para enseñar en el estudio de Pilates de un amigo, y al final, el gerente de contratación me preguntó cuántos años tenía y me dijo que era un poco confuso: mi cabello, mi edad y el hecho de que parecía joven. Digamos que no acabé dando clases allí… decisión mía.

Consejos para la transición: Encuentra un buen corte de pelo que acentúe tus canas. Tenía un bob y me sentía un poco anticuada, pero cuando me corté un pixie, me sentí genial.

Por qué me encanta: Parece una parte de mí, me siento cómoda. Es como un accesorio. He hecho contactos en el tren gracias a él. Otra mujer negra que tiene canas me dijo una vez: «Bienvenida a la pandilla», y ahora somos amigas.

Consejo: Intenta que no te importe lo que piensen los demás o cuando la gente mire la parte superior de tu pelo.

Consejo de belleza: Me gusta llevar ropa blanca y gris y lápiz de labios rojo: hace que mis canas resalten.

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Kate Dinota

33, Queens; directora senior de impacto social en NationSwell

Primeras canas: 7 años

Viaje del pelo gris: Mi madre me hacía una trenza francesa en el pelo castaño oscuro y me arrancaba las canas a una edad muy temprana. En 5º y 6º curso, recuerdo que mis mejores amigos me arrancaban las canas del pelo; en el primer año de instituto, me teñía las raíces cada pocas semanas. Nunca me lo cuestioné: mis dos abuelas tenían canas a los 18 años, así que lo consideré como el círculo de la vida. Luego, cuando tenía 28 años, me fui de viaje a Turquía con mi marido y unos amigos. En todas mis fotos, tenía una raya blanca. Pensé: «¿Por qué estoy haciendo esto?». Me pasaba tres horas y media en la peluquería cada tres o cuatro semanas, y ni siquiera me quedaba bien durante mucho tiempo. Estaba desperdiciando preciosos fines de semana tratando de mantenerme. Me di cuenta de que en 15 años había gastado unos 27.000 dólares y más de 300 horas en teñirme el pelo. Pensé: «No me está sirviendo de ninguna manera; no me está dando alegría». Ahora trato de ser «neutral» con respecto a mi cabello. No me desagrada, pero tampoco me presiono para amarlo. Simplemente es el pelo que llevo en la cabeza mientras me muevo por el mundo.

Consejos para la transición: Los primeros seis meses son los más difíciles. Me hice unas mechas rubias para facilitar la transición y las repetí seis meses después. Me recogí el pelo en un moño bajo con una raya lateral y me puse un labio rojo. Encuentra un estilo que te funcione y no lo pienses demasiado.

Por qué me encanta: Me encantan las conversaciones que inicia. Somos como unicornios en la naturaleza. La gente no puede creer que las personas de 20 y 30 años tengan canas. En realidad no es tan raro, sólo que ahora hemos dejado de teñirlo. Me encanta la conexión con los desconocidos que me ha ofrecido. La gente dice: «Es raro. Es precioso. Me encanta tu pelo».

Consejo: Pregúntate: «¿Por qué te tiñes el pelo?» ¿Lo haces por la presión social o te sirve a ti? Sólo tenemos una cantidad de energía, especialmente hoy en día: ¿quieres usar la tuya en eso? Prepárate mentalmente, sé paciente y date un poco de gracia.

Consejo de belleza: elevo mi rutina de cuidado de la piel.

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Deborah Maltby

68, Brooklyn; profesora adjunta de inglés, Universidad de Missouri-St. Louis

Primeras canas: 20 años

Viaje de las canas: Estaba en la universidad y veía un mechón plateado por aquí y por allá, y me los arrancaba. Mi madre me dijo que mi abuela tenía el pelo blanco a finales de los 20 años, así que no me sorprendió. Luego, cuando tenía 30 años y más canas, nunca se me ocurrió no teñirlo: fui a la peluquería y me lo tiñeron. A mediados de los 50, me hice mechas de color marrón claro para iluminar mi pelo negro. En una ocasión, otro estilista se entrometió y se puso muy rubio. No era yo, pero era interesante. Se volvió amarillento, así que le puse tóner. Y cuando se secó, era plateado y quedaba muy bien. Cuando mi estilista se fue de la peluquería, decidí dejar de teñirme.

Consejos para la transición: El acondicionador de color Overtone Pastel Silver Coloring Conditioner ($29; overtone.co) me ayudó a mezclar el nuevo crecimiento con mi cabello teñido, y mis rizos disimularon la línea de demarcación. Me lo dejé más largo para poder subirlo y que quedara plateado alrededor de mi cara. Tardé unos dos años en completar la transición.

Por qué me encanta: Tengo un pelo muy grueso, rizado y difícil de manejar, pero a pesar de eso, ahora que es plateado, amo mi pelo más que nunca en mi vida. Parece que he pagado mucho dinero por las mechas. Está mucho más suave y en mejor forma.

Consejo: ¡Sólo hazlo! Siempre puedes retocarlo después. Seguro que te sorprende gratamente cómo queda. Y para los que dicen que te hará parecer más viejo… ¿más viejo que qué? Yo soy mayor. Pero he aprendido que no se trata sólo de tu pelo: Si tienes una actitud positiva, una buena postura y una buena sonrisa, y eres una persona interesante que está disfrutando de la vida, te verás joven y vibrante.

Consejo de belleza: me uní al grupo de Facebook Curly Silvers, que me ayudó a aprender sobre las técnicas y los productos para complementar las canas.

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Suzan Colòn

57 años, Jersey City; autora y profesora de meditación

Primeras canas: 23 años

Viaje con canas: Después de experimentar con todos los colores entre los 20 y los 30 años, empecé a teñirme el pelo cerca de mi marrón oscuro natural. Por aquel entonces, encanecer era como dejarse llevar, se veía como una renuncia. Conocí a mi futuro marido en un retiro de yoga hace 15 años. Él tiene un olfato muy sensible y, cuando salíamos, una noche me dijo: «¡Vaya! ¿Por qué tu pelo huele a productos químicos?». Le confesé que acababa de teñirme el pelo. Me preguntó qué había debajo del tinte, y le dije que no tenía ni idea en ese momento. Me dijo: «¿Por qué no lo averiguamos?». Enamorada y siempre aventurera con mi pelo, le dije que sí. Dejé que los grises aparecieran. Incluso fui al altar con un par de centímetros de mechones grises entrelazados con el pelo aún teñido. De hecho, me volví completamente gris, pero luego me lo volví a teñir debido a cómo me percibían en mi trabajo. La gente no podía dejar de mirarlo, así que pensé que tal vez no era una buena idea y fui a un salón de belleza. Me lo tiñeron de color castaño y pensé: «¿A quién estoy engañando?». No parecía más joven; parecía aburrida. Así que me lo volví a dejar crecer. Me corté muy mal el pelo, lo que me obligó a hacerme un pixie y aceleró el proceso.

Consejos para la transición: Me puse un poco de máscara de pelo marrón para ayudar a camuflar la línea de corte y mezclar mi pelo blanco con el marrón. Me centré en mi estilo en lugar de mi color. Me puse muy glamurosa para que la gente supiera que lo hacía a propósito. Me hice un corte recto largo con ondas y un peinado sexy sobre el ojo.

Por qué me encanta: Ahora no tengo ningún tinte en el pelo; las mechas estratégicas son un regalo de la naturaleza. Para mí, abrazar mi color plateado fue fácil: es una declaración de amor por mi forma de ser. Las canas son uno de los mayores temores de las mujeres; se preguntan si son atractivas. Pero si te sientes bien, no importa el aspecto de tu pelo; la gente gravitará hacia él.

Consejo Tener canas es como un movimiento punk-rock para las mujeres de mediana edad; va a contracorriente de la belleza convencional y demuestra que no me avergüenzo de mi edad. No intento pasar por más joven. Quiero estar lo mejor posible, no parecer otra cosa que lo que soy.

Consejo de belleza: el colorete es tu amigo, no quieres ser una página en blanco. Incluso me pongo un poco de colorete a lo largo de los huesos de las cejas.

Este artículo apareció originalmente en el número de octubre de 2020 de la revista Health. Haz clic aquí para suscribirte hoy!

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