La amenaza de la gripe pandémica está siempre presente. Una pandemia puede surgir cuando un nuevo virus de la gripe que no ha afectado antes a los seres humanos surge, se propaga y causa la enfermedad en los seres humanos.

Los virus de la gripe son imprevisibles: nunca podemos estar seguros de cuándo o de dónde surgirá la próxima pandemia. Sin embargo, otra pandemia de gripe es inevitable. En este mundo interconectado, la cuestión no es si tendremos otra pandemia, sino cuándo.

Para proteger a las personas de todo el mundo de esta amenaza, la OMS ha publicado una Estrategia Mundial contra la Gripe para 2019-2030. La nueva estrategia es la más completa y de mayor alcance que la OMS ha desarrollado para la gripe. La estrategia esboza un marco para que la OMS, los países y los socios trabajen juntos para prepararse, prevenir y controlar la gripe.

Otra pandemia de gripe ocurrirá – es una cuestión de cuándo

Sabemos que habrá otra pandemia de gripe en algún momento. En 1918, tuvimos el evento de enfermedad infecciosa más devastador de la historia: la pandemia de gripe de 1918. Desde 1918 se han producido tres pandemias de gripe: en 1957, 1968 y 2009 (H1N1). El riesgo de que un nuevo virus de la gripe se transmita de los animales a los seres humanos y pueda causar una pandemia es real y sirve como advertencia de que debemos seguir estando preparados para la próxima pandemia.

La gripe ya es un gran reto sanitario

La gripe estacional representa una carga de enfermedad durante todo el año. Se calcula que cada año se producen 1.000 millones de casos, de los cuales entre 3 y 5 millones son casos graves, con entre 290.000 y 650.000 muertes relacionadas con la gripe en todo el mundo. Reducir el impacto de la gripe estacional mediante la mejora de la vigilancia, la prevención y el control ayuda a los países a prepararse para una pandemia.

Haga su parte para ayudar a prevenir la gripe y póngase la vacuna anual contra la gripe. Es la forma más eficaz de prevenir la gripe.

Estamos mejor preparados que antes – pero todavía no lo suficiente

Aunque se ha trabajado mucho a lo largo de los años para prepararse para una pandemia, todavía queda mucho trabajo por hacer. Es fundamental que todos los sistemas sanitarios del mundo estén preparados para prevenir y controlar la gripe.

Necesitamos que nuestros sistemas de salud sean fuertes y saludables.

Todos estamos conectados

Porque todos estamos conectados, la colaboración es clave para garantizar la preparación del mundo ante una pandemia de gripe. La OMS, los países y los socios trabajarán juntos para alcanzar los objetivos de la estrategia y alinearán las capacidades mundiales y nacionales de prevención, detección rápida y respuesta a la gripe.

Necesitamos mejores herramientas para combatir la gripe

A través de esta estrategia, la OMS y los socios promoverán el desarrollo de mejores herramientas mundiales para prevenir, detectar, controlar y tratar la gripe. Estas herramientas incluyen vacunas, antivirales y tratamientos más eficaces. El objetivo es que sean accesibles para todos los países.

Todos los países están afectados

Un objetivo primordial de esta estrategia es fortalecer las capacidades de los países en materia de vigilancia, respuesta, prevención y control de la enfermedad, y preparación. Para lograrlo, exige que todos los países cuenten con un programa contra la gripe basado en pruebas y adaptado a sus necesidades.

Cuesta menos prepararse que responder

El coste de los grandes brotes de gripe superará con creces el precio de la preparación. Una pandemia grave puede provocar millones de muertes en todo el mundo, con efectos sociales y económicos generalizados. El coste de la preparación ante una pandemia se ha estimado en menos de 1 dólar por persona al año, lo que supone menos del 1% de los costes estimados para responder a una pandemia.

La Estrategia Mundial contra la Gripe beneficia a algo más que a la preparación ante la gripe

Al invertir en los esfuerzos de prevención, control y preparación ante la gripe, todos los países verán beneficios más allá de la gripe a través del fortalecimiento general de sus sistemas sanitarios. Los países pueden vincular sus esfuerzos contra la gripe con otros esfuerzos nacionales y mundiales dedicados a la seguridad sanitaria y la atención sanitaria universal.